
El cáncer colorrectal es un crecimiento anormal de células malignas en el colon o en el recto comúnmente conocidos como intestino grueso, que es la parte final del aparato digestivo.
El cáncer colorrectal típicamente afecta a adultos mayores (mayores de 60 años), aunque puede ocurrir a cualquier edad. Usualmente inicia como un crecimiento benigno de células conocido como pólipo que se forma en la mucosa del colon, con el tiempo algunos de estos pólipos pueden desarrollar cambios malignos y transformarse en un cáncer.
Los pólipos pueden ser pequeños y generar pocos síntomas o ningún síntoma. Por esta razón, se recomienda realizar pruebas de detección regulares para ayudar a prevenir el cáncer de colon mediante la identificación y extirpación de pólipos antes de que se conviertan en cáncer.
En sus etapas iniciales, el cáncer colorrectal permanece confinado al colon o recto; conforme avanza, puede invadir los ganglios linfáticos alrededor del colon y el recto, y en etapas avanzadas puede diseminarse a otros órganos como el hígado o los pulmones.
Actualmente existen múltiples opciones terapéuticas para curar y controlar el cáncer colorrectal incluyendo la cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia y terapias blanco.
El cáncer colorrectal ocupa el tercer lugar en frecuencia y el segundo lugar en mortalidad en el mundo. En la gran mayoría de los casos no existe una causa identificable del cáncer colorrectal. Algunos factores que incrementan el riesgo de presentar cáncer colorrectal son:
- Historia familiar de cáncer colorrectal
- Antecedente personal de pólipos o cáncer colorrectal
- Edad avanzada
- Sobrepeso u obesidad
- Dieta rica en carnes rojas, grasas y alimentos procesados
- Dieta baja en frutas, verduras, fibra y vitamina D
- Consumo de alcohol
- Tabaquismo
- Diabetes
- No realizar actividad física
- Enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerativa o enfermedad de Crohn)
- Algunos síndromes familiares como la poliposis adenomatosa familiar o el síndrome de Lynch
El cáncer colorrectal se desarrolla lentamente; para que un pólipo desarrolle cáncer usualmente pasan de 10-15 años; los pólipos, así como el cáncer en sus etapas muy iniciales, pueden ser asintomáticos. Una vez que el cáncer crece y/o avanza se pueden presentar síntomas como:
- Cambios en el hábito intestinal, como diarrea, estreñimiento o cambio en la consistencia de las heces.
- Sangrado a través del recto o sangre en las heces
- Síntomas abdominales como dolor, distensión, o exceso de gases.
- Sensación de que tu intestino no se vacía completamente
- Heces acintadas (delgadas) o fragmentadas
- Incontinencia fecal
- Debilidad o fatiga
- Pérdida inexplicable de peso
- Pérdida del apetito
- Náuseas o vómito
Si experimentas algún síntoma inexplicable que te preocupe, es fundamental agendar una consulta de inmediato. Aunque muchos de estos síntomas pueden ser causados por otras condiciones, no deben ser ignorados. Una evaluación médica oportuna es clave para descartar enfermedades graves como el cáncer colorrectal. Mi objetivo es realizar un diagnóstico preciso, descartar cualquier otra condición y, si es necesario, solicitar estudios que nos permitan actuar a tiempo.
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Se recomiendan ciertos exámenes de detección para personas sanas sin signos ni síntomas con el fin de buscar signos de cáncer de colon o pólipos no cancerosos en el colon. Detectar el cáncer de colon en su etapa más temprana ofrece la mayor posibilidad de curación. Se ha demostrado que los exámenes de detección reducen el riesgo de morir de cáncer de colon.
Si tus signos y síntomas indican que podrías tener cáncer de colon, el médico puede solicitarte una o más pruebas y procedimientos, que incluyen lo siguiente:
- Estudios de laboratorio incluyendo algunos marcadores tumorales
- Colonoscopia, que es un estudio en el que se introduce una cámara a tu intestino grueso para examinarlo por dentro, detectar y resecar pólipos o detectar el cáncer ya establecido y tomar biopsias del mismo.
- Biopsia del tumor, que usualmente se toma durante la colonoscopia y permite analizar que tipo específico de tumor es y realizar el estudio de algunas mutaciones que puede tener el tumor, lo cual permite seleccionar el mejor tratamiento para cada caso.
- Tomografía de tórax y abdomen
- Algunas veces puede ser necesario un PET/CT
- En el cáncer de recto, es necesaria una resonancia magnética de la pelvis
- En algunos casos de cáncer de recto puede ser necesario un ultrasonido endoscópico
Una vez realizado el diagnóstico, el conjunto de estudios realizados nos permite asignar una etapa clínica de la enfermedad, es decir que tan extendida está, lo cual ayuda a establecer un pronóstico y a elegir la mejor estrategia de tratamiento en cada caso.
El tratamiento del cáncer colorrectal depende de la etapa en la que se encuentre la enfermedad, de la ubicación del cáncer, de los síntomas que presentes, así como de tu estado de salud en general. El tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia o una combinación de estas y la elección del mismo debe de individualizarse en cada caso dependiendo de la etapa de la enfermedad y las condiciones de salud del paciente.
Busca siempre la evaluación de un cirujano oncólogo experto en cirugía de hígado si has sido diagnosticado con enfermedad diseminada al hígado o presentas recurrencia. Contamos con una amplia experiencia en este tipo de casos complejos y podemos ofrecerte un tratamiento personalizado y avanzado. Agenda tu consulta hoy y recibe la atención especializada que necesitas para enfrentar esta situación.
¿Es la cirugía mínimamente invasiva una opción para el tratamiento del cáncer colorrectal?
¡Sí! La cirugía mínimamente invasiva por laparoscopia, que se realiza a través de pequeñas incisiones, ha demostrado ser una opción segura y eficaz en el tratamiento del cáncer colorrectal. Este enfoque tiene múltiples beneficios, como una recuperación más rápida, menos dolor postoperatorio, una estancia hospitalaria más corta y una menor probabilidad de complicaciones, sin comprometer los resultados oncológicos.
Permíteme evaluar tu caso y determinar si esta opción es adecuada para ti. Agenda una consulta hoy mismo y descubre cómo podemos ofrecerte un tratamiento avanzado y efectivo.
No siempre es posible prevenir el cáncer colorrectal, pero puedes reducir tu riesgo siguiendo las siguientes recomendaciones:
- Mantén un peso saludable
- Sigue una dieta rica en frutas, verduras y fibra
- Disminuye el consumo de carnes rojas, grasas y alimentos procesados
- Deja de fumar
- Reduce tu consumo de alcohol
- Realiza ejercicio
La forma más eficaz de prevenir el cáncer colorrectal es realizar estudios de tamizaje o screening de forma regular, el cual permite identificar y resecar pólipos antes de que se transformen en cáncer; el screening también permite diagnosticar el cáncer colorrectal en etapas tempranas lo cual incrementa las posibilidades de curación.
Se recomienda que las personas con un riesgo no incrementado para cáncer colorrectal, se realicen estudios de tamizaje o screening a partir de los 45 años. Para las personas con un riesgo incrementado, como aquellas con historia familiar de cáncer colorrectal, se debe considerar realizar una evaluación genética e iniciar el screening a edades más tempranas.
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En mi práctica, combino la experiencia con un enfoque centrado en el paciente, brindando opciones quirúrgicas avanzadas para quienes buscan cirujanos especialistas en cáncer de colon.
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